El retrato póstumo es una categoría fotográfica que busca ser un homenaje a los difuntos.
La fotografía post mortem conjuga artisticidad, cultura, ritualidad y memoria. Este tipo de retratos, fueron un tipo de fotografía sumamente popular en América. Siguiendo con la tradición del retrato pictórico funerario, la fotografía post mortem se populariza en el Ecuador a finales de siglo XIX e inicios del XX. Es importante considerar que debido al costo de producción este tipo de retratos al óleo no eran comunes. La carga económica que implicaba este tipo de recuerdo lo hacía privativo por lo que la fotografía llegó a, de alguna manera democratizar el acceso al retrato a los estratos medios y pobres.
La fotografía port mortem tenía un importante rol dentro del proceso de luto. Las imágenes cumplían la función de reconfortar a los deudos ya que permitía guardar una imagen física de un ser querido que no iban a volver a ver.
Este tipo de fotografía cayó en desuso a finales del siglo XX con el cambio social de la percepción de la muerte. Este tipo de imágenes hacen son muestra de una práctica social Latinoamericana. Las imágenes no son solo un recuerdo sino, y principalmente, responden a una necesidad de catarsis de aceptación.
Referencias bibliográficas:
- De presencias y evocaciones. Museo de Arte Colonial CCE. 2016
- El lojano que fotografiaba niños muertos por Rosa Inés Padilla. 2016
Imágenes:
Fondo de fotografía patrimonial INPC
