
“Humanitas. Literae. Fruges.” El frontispicio de François Gérard
Este grabado, realizado por el pintor e ilustrador François Gérard fue publicado por primera vez en el “Atlas geographique et physique du Nouveau Continent” de Alexander von Humboldt, en el año de 1814. La imagen es el frontispicio de la publicación en donde Gérard convierte al Chimborazo, en el escenario de una modernización histórico-filosófica. En la parte inferior encontramos la inscripción “Humanitas. Literae. Fruges”. Esta leyenda hace referencia a los escritos de Plinio el Joven, sobe el legado de Grecia de “civilización, letras y trigo” a otros pueblos. En esta línea, para Humboldt, “estos mismos beneficios débelos América al viejo continente”. Más tarde, este grabado fue publicado bajo el título: “América alzándose de su ruina por obra del Comercio y la Industria”, lo que propició otro tipo de interpretaciones de la imagen.
Este grabado expone el imaginario europeo modernista y constituye una muestra alegórica y simbólica del encuentro entre la perspectiva de conocimiento occidental hacia el continente americano. Con el volcán de fondo, Hermes ayuda a ponerse de pie a una América desfalleciente, mientras Atenea le extiende una rama de olivo. El “Nuevo Mundo” resucita al aliento del liberalismo europeo.
Reinterpretación en Ecuador
En 1865, se crea una reinterpretación asentada en la realidad ecuatoriana, un autor no identificado se permite realizar un ejercicio de adaptación y complementariedad sobre la idea del grabado original. Esta composición en contraposición plantea un conjunto de símbolos y personajes propios del contexto ecuatoriano. Se remplaza a la alegoría de “América” por el personaje de Atahualpa. El rey inca que vivió y murió en territorio quiteño al momento de la conquista española es levantado por las figuras de la sabiduría (Atenea) y la elocuencia (Hermes). Adicionalmente con el cambio de formato (de vertical a horizontal) se agregan personajes. Dos figuras femeninas como alegorías del continente americano encarnado en dos etapas (de niña y mujer) junto a un camélido propio de las cordilleras andinas. Sobre esta reinterpretación es importante tomar en cuenta los sesgos y planteamientos modernizadores propios del contexto. Estos, podrían buscar afianzar mensajes y discursos a través de la imagen.
